Beneficios de las frutas en la dieta diaria
¡Sabemos que no siempre es fácil recordar comer frutas! A veces nos proponemos ser más saludables y terminamos devorando un croissant porque, claro, "la fruta puede esperar". Pero la buena noticia es que no necesitas volverte una persona súper zen y comer solo manzanas para incluir más frutas en tu vida. Aquí te traemos 10 formas tan deliciosas de hacerlo que ni siquiera te darás cuenta. ¡Vamos a ello!
1. Smoothies, el unicornio de las bebidas
¿Quién no ama un buen smoothie? Solo necesitas una licuadora, tus frutas favoritas y un poco de magia. Lánzale un plátano, unas fresas, quizás un puñado de espinacas (¡shh, nadie se enterará!) y algo de leche o yogur. Listo, un arcoíris en vaso. Además, puedes hacerlo mientras corres tarde a cualquier parte. ¡Comodidad ante todo!
2. Tostadas + Aguacate + Fruta = Amor Eterno
El aguacate es el rey de las tostadas, pero ¿por qué no agregarle un toque de dulzura con rodajas de mango o fresas? No solo le da un giro sorprendente a la clásica tostada, sino que también impresionarás a tus amigos foodies en Instagram. Eso sí, asegúrate de usar pan bueno... ¡El panecillo triste no lo merece!
3. Ensaladas coloridas para parecer chef
Las ensaladas no tienen que ser aburridas (ni ese plato triste de lechuga que te imaginas). Añade gajos de mandarina, fresas o incluso un poco de piña a tus ensaladas y verás cómo tu paladar te agradece. Además, queda tan bonito que pensarás que estás en un restaurante hipster de esos que tienen plantas colgando.
4. Fruta en el yogur: El postre disfrazado de desayuno
Nada más sencillo que un yogur con frutas, ¿verdad? Pero no estamos hablando de ese yogur que ya trae tres trozos de fruta que nadie sabe qué son. Compra yogur natural y échale los trozos de melocotón, kiwi o arándanos que quieras. Puedes agregarle un chorrito de miel y te juro que ni extrañarás el helado (bueno, casi).
5. Pizzas (Sí, has leído bien)
No es broma. La pizza no es solo para el pepperoni y el queso derretido. Intenta ponerle rodajas de piña o higos con queso de cabra. Es un combo que no esperabas necesitar en tu vida hasta que lo pruebas. Ya sabes lo que dicen: “Primero te burlas, luego lo amas.”
6. Frutas congeladas para el antojo nocturno
A todos nos ha pasado: son las 11 p.m., estás viendo tu serie favorita y te atacan esos antojos de algo dulce. Aquí entra en juego tu nueva arma secreta: frutas congeladas. Los arándanos, fresas o trozos de mango congelados son como pequeños bocados refrescantes. Pruébalo y verás que no extrañarás el helado (bueno... tal vez un poquito, pero sobrevivirás).
7. Batidos proteicos pero con frutas que sepan a vacaciones
Si eres de los que hacen ejercicio (o pretenden hacerlo), un batido proteico post-gimnasio puede ser una excusa perfecta para colar frutas. Mezcla tu proteína favorita con un plátano o un poco de piña, y de repente sentirás que te estás tomando algo en una playa tropical y no en el gimnasio sudoroso de tu barrio.
8. Fruta a la parrilla para un toque gourmet
Si ya tienes la parrilla encendida para asar carne o verduras, ¿por qué no lanzar unas rodajas de piña o duraznos? Las frutas asadas adquieren un sabor caramelizado que es pura magia. Incluso puedes ser más atrevido y acompañarlas con un poco de queso o miel. Los vecinos vendrán a preguntar qué hueles tan bien, te lo aseguro.
9. Mermeladas caseras, el placer de untar felicidad
Si te sientes un poco chef los fines de semana, intenta hacer tu propia mermelada. Solo necesitas frutas, un poco de azúcar y paciencia. Una vez que la tienes, podrás untarla en todo: pan, galletas, o incluso sobre tu cara si el día ha sido muy duro (aunque no lo recomiendo). ¡Las posibilidades son infinitas!
10. Helado casero con fruta (el premio final)
Cuando el calor aprieta y los helados de la tienda te llaman, prepárate un helado casero usando frutas congeladas y un toque de yogur o leche de coco. Solo licúalo todo y tendrás un postre cremoso y saludable que rivaliza con cualquier heladería. ¡Eso sí, no te culpo si te lo acabas en un santiamén!
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