Propiedades de las frutas
Las frutas son un grupo de alimentos esenciales para una dieta saludable. Son fuente de vitaminas,...
Las bajas temperaturas de principios de abril de este 2022, las cuales llegaron hasta -6 grados a algunas zonas de Lleida, han afectado un total del 80% de la producción de fruta dulce de las zonas de la demarcación de Lleida.
Josep Castells, agricultor de Alcarràs de fruta dulce, nos explica que en su caso, de las 20 hectáreas de melocotón y 30 hectáreas de almendro, han podido salvar solo un 20% de la producción y actualmente se encuentran cosechando el que queda. Así mismo, agricultores de la zona de Zaidín, nos confirman estos datos, puesto que ellos han perdido también el 80% de toda la producción de nectarinas.
Según datos de Agroseguro, este hecho ha sido el más catastrófico de la historia del seguro agrario de España y se calcula que las pérdidas pueden llegar hasta los 244 millones de euros. La estimación de los daños de este fenómeno climatológico supera el 30% del total de las indemnizaciones que se abonaron a los fruticultores en 2021. En Cataluña, las indemnizaciones por los agricultores asegurados llega hasta 59 millones de euros.
Estos daños fueron provocados por la borrasca Ciril, que llegó a la península el primer fin de semana de abril con heladas que durante aquellas noches, afectaron a los árboles frutales que en aquel periodo se encontraban en plena floración y crecimiento del fruto.
Los agricultores se encuentran a la espera y confían que las peritaciones de Agroseguro sean correctas y se pueda cubrir una parte de estos daños y han tomado medidas de cara a próximos años como por ejemplo instalar sistemas antihielo para prevenir daños en el cultivo cuando las temperaturas bajan por debajo de los 0°. El funcionamiento de este sistema se basa en la energía que se desprende cuando el agua del riego llega a la planta en estado líquido, se congela y seguidamente desprende calor para actuar como aislante y evitar que las temperaturas todavía bajen más. Otro sistema para evitar que se produzcan daños a las cosechas por las heladas, sería aplicar cañones a las partes inferiores de los árboles para que no toque directamente el frío a las plantas. A pesar de estas medidas, es muy difícil prevenir acontecimientos meteorológicos y se aconseja estar al caso de las previsiones de temperaturas.
Castells afirma que el trabajo de los agricultores se ha visto muy afectado y reivindica que tenemos que ser conscientes que el golpe económico ha sido muy grande puesto que una gran parte del territorio lo gestionan los campesinos y se ha visto afectado. Reflexiona que dentro de 10 años, el 64% de los campesinos estarán jubilados y el territorio se quedará sin más de la mitad de los campesinos que tenemos actualmente, por lo que se tienen que cuidar y no ahorrar con ayudas hacia los pocos campesinos que quedan.
En las siguientes imágenes podemos apreciar cómo quedaron los árboles frutales y cómo tendían que haber florecido:
