El Día Mundial del reciclaje es una efeméride que quiere concienciar y visibilizar la necesidad de tratar correctamente los residuos. Esto va más allá de lo que llamamos “basura”, el reciclaje se encuentra en cada decisión que tomamos, también a la hora de alimentarnos.
Ya hemos contado muchísimas veces la cantidad de alimentos que se tiran cada año a la basura ¡más de 1.300 millones de kilos! De los que el 40% son frutas y verduras (FAO). Si además de desperdiciar alimento, no se trata el residuo correctamente, el problema se agrava.
Los residuos orgánicos pueden llegar a ser muy contaminantes por su podredumbre, que puede contaminar el suelo y el agua, además de generar gases de efecto invernadero que afectan a la atmósfera.
En términos de reciclaje hay que destacar las 5 Rs: te explicamos cómo aplicarlas a las frutas y verduras y te planteamos una serie de preguntas para que reflexionemos juntos sobre esto.
RECHAZAR
Esta R indica la necesidad de aprender a valorar si realmente necesitamos algún producto. En el ámbito alimentario te animamos a que realmente pienses bien si necesitas ese ingrediente tan concreto, que solo usas en una receta y quizás poca cantidad y acaba medio abandonado en la nevera. ¿Puedes hacer la receta sin este? O ¿Hay algún ingrediente que pueda suplirlo y que se pueda usar en otros platos?
REDUCIR
Esta regla nos invita a pensar si realmente necesitamos tanto de todo. Hay que pensar que las frutas y verduras son alimentos “contrarreloj”: maduran y acaban poniéndose malos. Por eso te invitamos a pensar si realmente necesitas comprar tanta cantidad. ¿Compramos mucho porque realmente lo consumimos o por temor a que nos falte? Es mejor llenar un cajón porque nos lo hemos acabado, qué porque lo hemos tenido que tirar.
REUTILIZAR
Una vez superados estos dos pasos, nos toca enfrentarnos a lo que ya tenemos en casa. Ya te hemos contado que hay alimentos que se pueden utilizar al completo. Te animamos a que una vez consumida la parte más común, experimentes con la resta de partes para reutilizarlas en otras recetas. Te recordamos que las cremas y los caldos son recetas aliadas para este paso. Por ejemplo: la parte más verde de los puerros puedes saborizar, la parte verde de la zanahoria puede dar un toque picante y fresco a tus ensaladas, o puedes hacerte una tortilla con las “pencas” de acelgas y espinacas…
RECUPERAR
Te ponemos en situación, ya has valorados los ingredientes que realmente sí necesitas, has calculado la cantidad para no tirar, has usado todas las partes posibles de cada alimento pero: te ha sobrado. Bueno, pues aquí llega este paso de “recuperación” gracias a las neveras es muy sencillo. Guarda las sobras y ya tienes para otro día, o bien, el resto te servirá para complementar otras recetas. Los caldos pueden dar fuerza a otros platos, los salteados pueden convertirse en una samfaina…¡Imaginación al poder!
RECICLAR
Ha llegado ese momento en el que más, ya no se puede hacer. Pues, recicla correctamente. Te recordamos que los alimentos se tiran al orgánico para su correcto tratamiento como residuo. Si reciclamos correctamente evitaremos contaminar el entorno y con el residuo correctamente tratado contribuirás a crear compost que alimentará, en un futuro, la tierra.