La remolacha se ha convertido en la estrella de las cajas de TALKUAL este octubre. Si la has recibido, es posible que te hayas quedado mirando ese tubérculo rojo intenso pensando: “¿y ahora qué hago con esto?”. No te preocupes, no estás sola: muchas personas nos contáis que nunca la habíais comprado, que no sabéis cómo guardar la remolacha, cómo cocinarla o cómo incorporarla en recetas. Aquí vamos a resolver todas estas dudas.
Vamos al grano (o al tubérculo): descubre por qué la remolacha merece la pena, cuáles son sus beneficios para la salud y cómo puedes prepararla de formas deliciosas. Incluso te damos ideas para usar la remolacha en Halloween y que los peques participen y disfruten cocinando contigo.
En cuanto al sabor de la remolacha, es dulce al principio y un poco terrosa al final, y su textura aguanta casi todo: cruda rallada en ensaladas, asada al horno, en cremas o incluso en mezclas originales. ¿Por qué deberías incorporarla en tus comidas? Porque:
Es relativamente baja en calorías, lo que la hace una opción para cuando quieres sentirte más ligera sin renunciar al sabor y a la buena comida.
Aporta color, textura y sabor: algo que se agradece cuando ya llevamos semanas comiendo lo mismo o tirando de “platos rápidos”.
Es muy versátil: ensaladas, cremas, asados… perfecta para los días que piensas “no tengo tiempo”.
Sí, pelar remolacha puede manchar TODO: dedos, tabla de cortar, camiseta de fin de semana… Pero aquí van un par de trucos para no acabar con el look “artista sangriento”:
Usa guantes si no quiere que parezca que te has hecho una mala manicura rosa por días
Asa la remolacha entera con piel: métela al horno entera en papel de aluminio y, al sacarla, deja que se enfríe un poco; la piel se despega sola. Menos lío, más sabor.
La remolacha no es muy exigente, pero hay formas de que dure más tiempo y siga buena:
En fresco: guárdala en el cajón de verduras del frigorífico, sin pelar y en una bolsa perforada. Así aguanta entre 1 y 2 semanas.
Cocida: una vez hervida o asada, métela en un recipiente hermético y dura hasta 5 días en la nevera.
Congelada: si quieres alargar aún más su vida, pélala, córtala y congélala. Así tendrás remolacha lista para ensaladas, cremas o batidos cuando quieras.
Tip extra: evita guardar remolacha junto a frutas que maduren rápido (como manzanas) porque los gases pueden hacerla “rebelarse” antes de tiempo.
Salud cardiovascular y mejor circulación
Está documentado que la remolacha contiene nitratos naturales que en el cuerpo pueden convertirse en óxido nítrico, lo que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y, por tanto, una mejor circulación. No es un milagro,, pero incluirla como parte de una dieta variada puede ser un extra que marque la diferencia diferencia.
Fibra, digestión y bienestar intestinal
Tiene buena cantidad de fibra para una raíz (por ejemplo, una taza de remolachas cocidas aporta alrededor de 3-4 gramos de fibra) lo que ayuda a que la digestión funcione mejor, te sientas menos hinchada, y contribuye al cuidado intestinal.
Antioxidantes y efecto anti-inflamatorio
Los pigmentos que le dan su color intenso (betalainas) actúan como antioxidantes y pueden ayudar a moderar la inflamación en el cuerpo.
Micronutrientes interesantes
Es buena fuente de folato, potasio, manganeso, y pocas calorías. Una combinación interesante para quien busca cuidarse sin obsesionarse.
No necesitas comer remolacha todos los días; con 2-3 veces por semana, mezclada en ensaladas, cremas o asados, tu dieta ya gana puntos. ❗Eso sí, precaución: si tienes problemas de cálculos renales, oxalatos o tomas medicación para la presión, consulta primero con tu profesional de salud antes de “volcar” remolacha en tu dieta.
Si eres de los que ha dicho "¿qué hago yo con esto?" al ver remolacha en tu caja, tranquilo/a, aquí tienes ideas fáciles, sabrosas y hasta divertidas para disfrutar en familia.
Nada extremadamente complicado, pero sí sabroso y con un guiño para divertirnos un poco en familia.
Ingredientes:
Pasos a seguir:
1. Lava hojas y tallos con agua y vinagre para limpiarlos bien, y enjuagamos.
2. Añádelos con el resto de ingredientes (salvo el aceite) al vaso de una batidora y trituramos.
3. Agrega el aceite poco a poco.
4. Sirve con pasta, pistachos o como más te guste.
Pasos a seguir:
Pasos a seguir:
¡También hay ideas de recetas con remolacha para niños!
Lamina finamente la remolacha (mejor con mandolina si tienes), y hornéalas hasta que estén crujientes. Sírvelas con un dip de hummus verde (puede teñirse con un poco de espinaca o cilantro). Son como patatas fritas, pero con truco: los peques ni se enterarán de que están comiendo verdura… y tú tampoco podrás resistirte
Bolitas de remolacha con queso crema “monstruito”👹
Ralla remolacha cocida, mézclala con queso crema y forma bolitas. Refrigera para que tomen consistencia. Luego, pincha palitos y decora con aceituna negra o semillas de sésamo como “ojitos” para crear mini-monstruos rosas/rojos. Perfectas para un aperitivo espeluznantemente divertido
Así que ya lo sabes: la remolacha no solo da color y sabor a tus platos, sino que también aporta beneficios para tu salud y muchas posibilidades en la cocina. Atrévete a probar las recetas, diviértete con los peques este Halloween ¡y deja que la remolacha deje de ser una olvidada en tu cocina!