El kiwi es una fruta procedente de China, pero debe su nombre a un pájaro neozelandés, que, de hecho, son muy parecidos en forma y color. Es una fruta muy baja en calorías y grasas, lo que lo convierte en una opción saludable para incluir en nuestra dieta. Además, es excepcionalmente rico en vitamina C, incluso superando las famosas naranjas y mandarinas.
Estamos muy acostumbrados a consumir esta fruta sola o acompañando postres, pero hay infinidad de maneras de utilizarla en nuestras recetas menos convencionales.
La mejor manera de conservar esta fruta es tener en cuenta su proceso de maduración. Si separamos los kiwis del resto de frutas y los metemos en la nevera retrasamos el proceso de maduración. En cambio, si los conservamos cerca del resto de verduras, a temperatura ambiente y en una bolsa de papel, aceleramos el proceso.
De hecho, los kiwis son frutas que resisten muy bien y es difícil que se desperdicien, ya que su maduración es muy lenta. Pueden conservarse durante unos 10 días si están protegidos de la deshidratación a temperatura ambiente y aún más tiempo si se conservan en nevera.
✨ Tip: para acelerar su maduración introducir los kiwis en bolsas de papel con plátanos o manzanas porque desprenden etileno.